Insularidad y espacio híbrido: Hacia un habitar oceánico

En el pasado, el futuro era para el individuo solo el resultado inevitable de su carente interés a su incidental supervivencia amenazada por el aumento exponencial del volumen oceánico, en el presente —siglos después de la sumersión de los primeros territorios habitados— el océano es continente y territorio.

Este ha alcanzado un 85% de la superficie del planeta, abarcando bajo su manto los miles de vestigios submarinos que nos evocan las culturas extintas en el siglo XXI. Los desplazamientos masivos de población post sumersión dieron origen a un nuevo modelo social de carácter adaptativo, con el paso del tiempo los escasos asentamientos terrestres no dieron abasto a la población creciente debido a la superficie en gradual disminución, toda actividad humana antes realizada en espacios físicos fueron sustituidas por una actividad intangible efectuada dentro de los múltiples planetas virtuales de la Bionet —sucesor utópico de internet y de la contracultura cyberpunk (1)— , esto con el objetivo de minimizar lo mayor posible el uso espacial en las urbes.

© Jocelyn Carlin

Dadas estas condiciones los sistemas religiosos, económicos y sociales fueron basculados por el caos dando paso al nuevo ciudadano híbrido y a su apropiación de la superficie líquida para su nueva sociedad supra e infra oceánica. La adaptación a esta nueva realidad no ha sido por elección sino por supervivencia «ni distopías ni utopías» únicamente una nueva existencia, donde el habitar es sentencia híbrida, acuática y submarina resultado de una selección climática natural.

Sobre la base de la hipótesis anterior, cabe enfatizar su propósito prospectivo que es manifiesto de una inminente transcendencia espacial de la sociedad global, una situación donde el suelo no se presenta únicamente como dispositivo que estructura el entorno modificando su valor simbólico, cultural y económico, sino que también puede ser considerado como dispositivo que altera la construcción del espacio arquitectónico y su repercusión en la sociedad. 

En cuanto a las consecuencias climáticas, como la disminución de la superficie terrestre causada por el aumento de los niveles oceánicos, es preciso señalar, la intensificación en las interrogantes sobre el avenir de los territorios sensibles a la creciente presencia del agua salina. Es así que Estados insulares tales como Tuvalu y Maldivas aparecen como elementos emblemáticos frente a las mutaciones espaciales manifestadas en el océano Pacífico, estos cambios provocados por la sumersión del suelo han originado durante el último siglo, un replanteamiento intrínseco en los dispositivos vernaculares y en los modelos espaciales representados en torno a la percepción local de genius loci.

© Jocelyn Carlin

Por consiguiente, estas interacciones implicarían de manera gradual una transformación histórica de los patrones actuales de apropiación socio-espacial del territorio y de sus escalas de ejecución, es decir, una alteración del tradicional uso del suelo como soporte físico de los asentamientos humanos —el Habitar— y en el uso del océano como paisaje —el Estar—. De este modo la identidad espacial es modificada en torno a una dinámica de intervenciones adaptativas antrópicas y físico bióticas. 

Por una parte, estos territorios insulares se encontrarían inmersos bajo un proceso de adaptación como patrón y sistema frente a la progresión del océano y a la disminución de la superficie terrestre. Este procedimiento genera una metamorfosis del hábitat terrestre hacia uno híbrido, el cual es definido dentro de nuestro estudio analítico como una transición espacial del paisaje oceánico a un territorio oceánico habitado. Esta alteración territorial conlleva una producción híbrida de dispositivos socio- espaciales que se sitúan en el nuevo contexto oceánico y terrestre en constante mutación.

Por otra parte, la sumersión de la superficie insular podría concluir a largo plazo en un desplazamiento forzado  total de su población hacia países económicamente más dominantes, en donde la situación de estos grupos que se encontrarían sin un Estado —ya que éste ha desaparecido con su territorio— concluiría en apátridas según lo que determina el derecho internacional, sin embargo, la cuestión climática aún se encuentra difusa en términos legales, lo cual los conllevaría —a priori— a una negación en su reconocimiento constitucional y a una posterior sumisión a condiciones perjudiciales en términos de integración, bajo este singular contexto la degradación del patrimonio cultural, espacial y social a causa del fenómeno de aculturación, seria casi inevitable. 

En síntesis, es evidente sugerir que la hibridación del espacio es un hecho no ajeno al interés científico en un contexto multidisciplinario, dado que este proceso orientara nuestra conducta frente a las evoluciones del hábitat contemporáneo en presencia del déficit climático; es así que nuestro diálogo didáctico con las problemáticas mencionadas, contiene una relevancia vital en la profundización del conocimiento específico y en consecuencia de la praxis espacial. Las transformaciones que enfrentan los territorios en contacto con el océano irán sedimentando de manera evolutiva los procesos de concepción de las ciudades en su sentido material y simbólico, dando como resultante los primeros indicios de nuevas formas de pensar el espacio humano contemporáneo, en donde el énfasis se debe concentrar a sí mismo, en las poblaciones que refutan abandonar sus territorios de origen reivindicando su derecho a una continuidad existencial in situ.

© Jocelyn Carlin

Este artículo ha sido originalmente publicado en la XII edición de la publicación ArquitecturaAhora (Sep - Oct 2016), dedicada a la discusión sobre espacio híbrido. En esta edición, los comentarios están a cargo de Marta Dell’Aquila (Master en Filosofía Política. PhD Student, Universidad Paris 1 Pantheón Sorbonne, París) y Robert Baca (Master en literatura hispanoamericana, Université Sorbonne-Nouvelle París 3. Master en antropología, école des Hautes études en sciences sociales, París).

Referencias

1. Patrice Duvic, Demain les puces: science-fiction et micro informatique: une anthologie, Denoël, Paris, 1986.

2. Aldo Rossi, L’architettura della città, Marsilio, Padoue, 1966, et Christian Norbert-Schulz, Genius Loci: Towards a phenomenology of architecture, Rizzoli, New York, 1980.

3. Revista Migraciones Forzadas, Cambio climático y desplazamiento, Noviembre 2008, N°31, Universidad de Alicante, Alicante, España.

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Sobre este autor/a
Cita: Fabián Gutiérrez Cortés. "Insularidad y espacio híbrido: Hacia un habitar oceánico" 05 nov 2016. ArchDaily Perú. Accedido el . <https://www.archdaily.pe/pe/798422/insularidad-y-espacio-hibrido-hacia-un-habitar-oceanico> ISSN 0719-8914

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